Artistas y Juglares


Villanueva (La Guajira) es un municipio fecundo en hombres y mujeres amantes e intérpretes de muchos géneros musicales, entre ellos, nuestra música vernácula, aquella que es el resultado del acordeón europeo, la caja africana y la guacharaca indígena: EL VALLENATO. Pero además, esta tierra ha visto nacer y ha criado a una gran cantidad de músicos amantes de la ranchera mejicana, el porro y el fandango, este es un espacio para todos nuestros artistas, sin excepción.


Villanueva (La Guajira) y el Vallenato


En materia de música vallenata ha sido calificada con sobrados méritos como la “Cuna del folclor vallenato”. Podemos decir que cronológicamente las dinastías villanueveras y que le dieron renombre a este pueblo son: la Dinastía de los Ospino (Luis, Miguel y Marciano), de esta familia, sus descendientes tocan acordeón, los Sarmiento (Francisco, Juvenal y Rafael); los Daza (Rafael Enrique, Rudesindo y Tomasito); los Amaya (Amador y Antonio); los Verdecia, los Rosado, los Gil (como “El Turco” Gil), Nieves, Rodríguez, Cabana, Fuentes, Quintero. Dinastía Zuleta (El viejo Mile, Emilianito, ‘Poncho’, Fabio, Mario, Fabio y Héctor ya fallecido). Dinastía Romero (Los hermanos Pedro y Escolástico; y los hijos de este último: Israel, Norberto, Rafael, Misael, Rosendo, Limedes y de la tercera generación José Fernando ‘El Morre’, Israel David). Dinastía Maestre (Tomás Camilo, Orangel ‘El Pangue’, Gabriel ‘El Chiche’, Heme y ‘Panguito’ el hijo del ‘Pangue’). Dinastía Cuadrado (Egidio, Heber y José (los dos últimos fallecidos). Dinastía Celedón (Daniel, ‘Jorgito’, Isaías, Pedro Luís y Alfonso “el chiche”). Dinastía Kammerer (Wildo padre, Wildo hijo y Xavier). Dinastía Murgas (José Alberto ‘Beto’, Evi y Enrique, éste último fallecido). Dinastía de los Bolaños, a la cabeza de Jesualdo conocido como Bolañito y su hermano Ramón Augusto”; Dinastía de los Ovalles (Edgar “El more”, el “chiche”, Fabio y la representante femenina Maria José Ospino Ovalle). Dinastía Rivera (Con “Pacho” Rivera y su hijo Edgardo “El tigre”); Dinastía Romero (Víctor “El bombero” y su hijo Víctor Jr., rey del “Cuna”), de quienes desconocemos si tienen algún tronco común con los Romeros del “Pollo Irra”.


Pero allí no se detiene el listado, otros artistas “tira piedras” entre cantantes, acordeoneros, compositores y músicos vallenatos son Jean Carlos Centeno, Ernesto Mendoza, Alfonso “Poncho” Cotes Júnior, Robinsón Damián (Embajadores del vallenato), Júnior Santiago (Ex Binomio de Oro), entre otros. Este listado aumentará por la descendencia de estos artistas y por la existencia del Festival Cuna de Acordeones, declarado en el año 2006: “Patrimonio Cultural y Artístico de Nación”; a través de la Ley 1052 de 2006 del Congreso de Colombia.


Rosendo Romero Ospino tiene razón cuando afirmó en un escrito(Sept. 2008):


“Sin que nos lo hubiéramos propuesto simplemente porque en nuestro caso el poder maravilloso de Dios dotó a la naturaleza humana del ser villanuevero de la calidad artística que nos hace resaltar en el panorama de nuestro folclor, no por sacar pecho, sino porque ya es una costumbre en la región vallenata que seamos los primeros en escribir las gestas que hacen la historias de nuestro arte musical. Fuimos los primeros en ir a Estocolmo, representados por los Hermanos Zuleta “Poncho y Emiliano” para acompañar a Gabo que recibiera el premio novel de literatura; los acordeoneros de Villanueva fueron los primeros en crear digitaciones a manera de conciertos, con silencios musicales y paradas, como lo hace Emiliano Zuleta Díaz en el paseo “Carmen Díaz” de la autoría de su padre Emiliano, el insigne autor de la “gota Fría”, que además fue la primera canción vallenata que se grabó y se cantó en dos idiomas, en las interpretaciones de julio iglesias y los niños del vallenato de Andrés “El turco ” Gil.


Un villanuevero, Israel Romero Ospino tiene el titulo de mejor acordeoneros del mundo, además en compañía de Rafael Orozco integraron la primera agrupación vallenata que actúo en el Madison Square Garden de New York con el Binomio de Oro. La primera escuela de música vallenata de acordeón la creó el villanuevero Andrés “El turco” Gil; el primero en aplicar acordes, escalas y disonancia con conocimiento en la lectura de conocimiento musical también fue de “El Turco” Gil, que también fue primero que se atrevió a interpretar el himno nacional en acordeón; los primeros premios Grammys del vallenato le han sido otorgado a los hermanos Zuleta “Poncho y Emiliano”, y a Jorge Celedón, tres villanueveros; los primeros artista que han integrado música vallenata en la casa blanca, que es la residencia de los presidente de los EEUU son los villanueveros Andrés el turco Gil y Jorge Celedón; Gabriel Eduardo “El chiche” Maestre en compañía de Daniel Celedón Orsini fueron los primeros que interpretaron música vallenata en Rusia. Refiriéndonos al “Pangue” Maestre, fue le primer acordeonista que protagonizó una película sobre música vallenata titulada “La boda del acordeonista”; el primero que hizo un solo de acordeón en una competencia en el festival vallenato y el primero en colocarse pases de bajo a la puya.”



Este espacio que ofrecemos los Gestores de villanueva mi@ pretende que el mundo conozca nuestros artistas, por eso te invitamos a que envíes las biografías de artistas villanueveros, complementes las existentes y hagamos de este espacio el mayor motivo de orgullo para nosotros.

Lázaro Alfonso Cotes Ovalle

Las castas y los ancestros son factores naturales que influyen en la calidad tanto del hombre como de algunos animales. El perfil poético y académico que observamos quienes fuimos alumnos de Poncho Cotes Queruz, quiso la naturaleza reflejarlo en sus hijos de los cuales siempre estuvo orgulloso. Los tres monitos ubicados en otros ámbitos en donde han descollado prueban la regla de la calidad, pero esa luz con la que más brilló el inolvidable Poncho Cotes- el autor del merengue inmortal, “tiempos idos” – no se fue a los contornos del más allá, quiso Dios dejarla con mas ahínco en uno de sus hijos que sin ser monito – hijo de Thelma Ovalle, la hija de Ovallito y famosa en el canto también inmortal de Escalona, “La ceiba de Villanueva” y quien fue el segundo gran amor de una de las figuras más excelsas de la música vallenata- ha brillado majestuosamente, me refiero a Poncho Cotes Jr, como se le conoce artísticamente en el folclor o Lázaro Alfonso Cotes Ovalle que es su nombre verdadero, quien abriéndose paso con su multifacéticas aptitudes, el proceso histórico del folclor se hace sentir y vivir como uno de sus más grandes pilares.


Poncho Cotes Jr, representa la verdadera estampa de su padre. De él heredo la lirica, lo parrandero, un genio de la composición con un estilo único en el Vallenato y esa melodía que imprime a sus canciones, solo la posee Poncho cotes Jr en su género, no existe otro compositor de esas calidades y de esas cualidades en el Vallenato costumbrista. A Poncho Cotes Jr, lo podemos catalogar como cantautor, como parrandero insigne, arreglista musical, el único compositor que tararea una canción a punta de silbidos y en esto no lo imita nadie; pregonero de hechos y costumbres de nuestros personajes del folclor.



La calidad de este recurso humano tiene tanta casta que orgullosamente lo hemos visto ejercer su función académica en la ciencias contables, es egresado de la facultada de contaduría de la Universidad Autónoma del Caribe, cuya esencia lo identifica como el axioma que no necesita demostración, porque su ancestro y origen quiso ver en él la reiteración del intelecto de Poncho Cotes Queruz.





Su sintaxis musical se leen, se cantan y se sienten profundamente cuando invocamos a : “La parranda y la mujer” , inmortalizada por Jorge Oñate y Emilianito Zuleta en el año de 1975; “Yo soy tu negro”, también inmortalizada por el ruiseñor del Cesar y el inolvidable Rey de Reyes Nicolás “Colacho” Mendoza; y así ha permanecido en el tiempo y en el espacio generando canciones imborrables en nuestra música vernácula, más de noventa canciones grabadas por los mejores intérpretes así lo confirman: “Porque tengo que ser yo”, inmortalizada por “Beto” Zabaleta y el “Pangue” Maestre; “Le dije que no”, inmortalizada por los Hermanos Zuleta; el “Pataleo”, inmortalizada por el Binomio de Oro con Rafael Orozco; “Cuando me vaya”, inmortalizada por Pangue Maestre y Silvio Brito; “La parranda Blanca”, inmortalizada por Jorge Oñate y Alvarito López; “Corazón sinvergüenza”, inmortalizada por el Binomio de Oro, siempre con Rafael Orozco; “Payaso”, inmortalizada por Miguel Herrera y el Chiche Martínez; “El corazón del Pueblo”, “Quiero llorar contigo” inmortalizadas por Jorge Oñate y Juancho Roiz; “Esta vez le dije que no”, “Se equivoco”, “ahí va la que a mí me gusta”, inmortalizadas por los Hermanos Zuleta; “Dime Tú” , “El ruego de un trovador”, inmortalizadas en la voz de Jorge Oñate; “Por qué mentiste”, “Que es lo que quieres”, inmortalizadas por lo Betos, Villa y Zabaleta; “La mentira de tu amor”, en la ejecución inconfundible de los Hermanos Zuleta; “él”, El toba y Emilianito Zuleta y la más reciente producida por el Grammy Latino Jorgito Celedon y Jimmy Zambrano: “Si fuera como yo”. Ahí nos podemos dar cuenta de la versatilidad, de lo productivo que ha sido Poncho Cotes Jr, p ara la música Vallenata y de que permanece activo y victorioso en la competencia del canto y de la composición.






Podemos afirmar que este artista Villanuevero, es un señor compositor en todo el sentido de la palabra y no un componedor como aparecen muchos de los de ahora, a los que se refería la heroína del Vallenato, Consuelo Araujo Noguera y más recientemente de los comentarios acertados del Maestro Rafael Escalona Martínez.Poncho Cotes Jr, también ha dejado plasmado su versatilidad como canta autor. Fue así como en el año de 1979 y 1980 hiso sus primeros pininos en el canto, compartiendo escena en el acordeón con Carlito Rodríguez y dejaron dos trabajos para la historia: el dúo de gala y el dúo de gala con himnos de amores; con Jesualdo Bolaños, grabo también dos producciones musicales: mi pueblo es testigo y con el mismo amor, en los años 1983 y 1984; en el año de 1982 el Banco Ganadero le hiso un Homenaje al Maestro Escalona, quien escogió a Poncho Cotes Jr, como la voz líder y dos reyes Vallenatos, Ciro Meza quien grabó nueve temas y Egidio Cuadrado tres temas, trabajo este calificado como excepcional y exitoso en la historia de la música Vallenata. Poncho Cotes Jr, también hizo pareja con uno de sus mejores amigos que ha tenido en el arte musical: Almes Granado, con él compartió escena en el año 2004 y 2007 Con la voz que hacía falta y Ni Soy Dios ni Soy Rey.






Poncho Cotes Jr, es el verdadero Rey de Cunas, primero porque ha ganado en cuatro oportunidades en el festival cuna de Acordeones de Villanueva su pueblo, el preciado trofeo como la mejor canción inédita, incluido el año 2008, como Rey de Reyes. En el año de 1984 ganó por primera vez, con la canción “El corazón del Pueblo” que posteriormente fue grabada por Jorge Oñate y Juancho Roiz; en 1994 gana por segunda ocasión con el tema “Mi Dios y Yo” grabada por el mismo con el “Pangue” Maestre; en 1997 gana por tercera ocasión con el tema “La Fea”, grabada por Fabián Corrales y el “Pangue” Maestre y para culminar con broche de oro, gana el preciado galardón de “REY DE REYES” en la modalidad de Canción inédita, en la conmemoración de los treinta años de la Fundación Festival Cuna de Acordeones, con el tema “Aquí queda el Cielo”; Poncho Cotes Jr, también ha sido ganador de muchos festivales, destacándose el Festival de compositores de San Juan del Cesar, donde ganó en el año de 1992 con el tema “Un ángel mas en el cielo” y grabada por los Hermanos Zuleta y en el año 2008, quedó segundo en el mismo festival en la modalidad Rey de Reyes con “un amigo como yo” que ha sido grabada y está recién salida en la voz de Ivo Días y el Rey de Reyes del Festival Vallenato Hugo Carlos Granados. Segundo es el verdadero Rey de Cunas, porque Poncho Cotes Jr, es el Villanuevero más Villanuevero en el arte musical de las parrandas, del mismo festival Cuna de Acordeones.






En dichas parrandas se convierte en un verdadero barítono, en un verseador nato, en un cuenta chistes, en un verdadero lord de la parranda y si no que lo digan sus amigos parranderos como: “Cao” Mendoza, José “kaskita” Mazeneth, Beto Barros, Yuyo Bula Rodrigo Daza Cárdenas, Carlos Salgado, Oscar Martínez, Martin Bernier, Hugo Daza, Israel Romero, Almes Granado, Nando Peralta, el siempre recordado Rafael Orozco, que era como su hermano, a quien tanto lloró y a quien tanto admiró y todos los hermanos Daza Amaya, a los que considera como sus hermanos, entre otros. Poncho Cotes Jr, tiene tantos amigos de todos los estratos sociales que mencionarlos en este escrito, las cuartillas no alcanzarían para dejarlos plasmados en el papel, pero él los mantiene en su alma y en su corazón, lleno de amistad y de sinceridad.






Pero es bueno destacar a uno de sus amigos José Aníbal Castañeda Daza, quien ha logrado a través de Facebook imponer un grupo “Los amigos de Poncho Cotes Jr”, labor admirable de un amigo que aprecia a un amigo.En el plano sentimental Poncho Cotes Jr, fue como un trovador ambulante como la misma canción de él Corazón sinvergüenza, pero cuando conoció a Betty Leonor Mendoza Jiménez todo cambió. Ella cristalizo todos los sueños de este gran folclorista y los envolvió en su corazón bueno y los sentimientos se fusionaron y se convirtieron en el uno para el otro. En ella encontró a su media naranja, como a su alma gemela. En el año 1999 se casan, ya habían tenido el fruto de su amor Héctor Alfonso quien es la viva estampa de los dos. Betty, se ha convertido en la pareja perfecta para el artista que ha parido Villanueva en una tarde primaveral, con ella morirá, ella cerrará sus ojos. Ella se ha constituido en el elixir de su existencia. ¡Así es y así será, en la tierra macondiana de la música Colombiana! ¡Que viva el Rey de Cunas Carajo!






Hernan Baquero Bracho

Andrés Eliécer Gil Torres

Nació en Villanueva (La Guajira) en Octubre de 1948. Parece increíble que con su tez morena actual su apodo de “Turco” derive de las mismas palabras de su padre cuando al nacer aparentemente lo vio rosadito y rozagante y dijo: “Parece turco”. En Villanueva, como suele ocurrir en estos pueblos guajiros, los “sobrenombres” parecen tener más acogida que los propios nombres, quedó bautizado popularmente como “El Turco Gil” y su nombre “Andrés” pasó a un segundo plano.. El pequeño estudió trompeta y saxofón, pero tuvo como vecino a Emiliano Zuleta, cuyo acordeón le torció el destino. A los 7 años, sacaba el instrumento del baúl del maestro para robarle acordes. Como sabía gramática musical y leía notas, vio que el mágico instrumento solo daba siete de los doce sonidos musicales. Era como un acordeón ‘sin terminar’. O “una máquina de escribir a la que le faltan letras”, recuerda.
“Sólo en 1966 llegaron al país acordeones más tecnificados, que daban mayor armonía a la ejecución” recuerda. En efecto, nuestro paisano ‘El Turco’ Gil, fue el músico que le descubrió nuevos sonidos al acordeón y merced a ese descubrimiento, el maestro Rafael Escalona asegura que el hombre que más sabe de vallenato en Colombia es ‘El Turco Gil’. Y Alfredo Gutiérrez lo inmortalizó como “el músico que se adelantó 30 años al vallenato en el mundo”.


Razón tenían, pues el mismo Emiliano Zuleta no pudo interpretar bien su obra cumbre. ‘La Gota Fría’ sonó como debía cuando ‘El Turco Gil’ la grabó en 1968, y le sacó al acordeón sonidos desconocidos hasta entonces en la escala del vallenato. Por eso lo llamaron el ‘Rey del disonante’.


El “Maestro de Maestros” actualmente tiene en Valledupar una escuela única en el mundo, con alumnos de la Costa Atlántica, Europa y Estados Unidos. Todo comenzó cuando los amantes del vallenato les llevaban a sus hijos para que les enseñara los secretos de hacer cantar y llorar el acordeón como sólo ‘El Turco Gil’ sabía, pero el patio de su casa se llenó de muchachitos y él les daba clases a la sombra de un almendro. Hace 20 años, cuando no cupo uno más, ‘El Turco’ vio la necesidad de buscar una sede y formar una escuela.


Sus alumnos tienen un gran reconocimiento internacional desde que comenzaron a cantar en obras benéficas por toda Colombia y América, han sido uno de los pocos que han cantado en la “Casa Blanca”, residencia del Presidente de los Estados Unidos. Hoy la Escuela del Acordeón, única en el mundo, tiene 1.200 alumnos de la Costa Atlántica, de otras regiones de Colombia y hasta de España, Francia, Argentina y EE. UU y en los conciertos con Los Niños del Vallenato, visten sus trajes típicos: manta para la niña y ‘wayuco’ para los varones. Sus padres, Fidel Hernández y Diva Sinisterra, hacen ‘bolis’ (sánduches en La Guajira), para costearles los pasajes


‘El Turco Gil’ ha hecho de Los Niños del Vallenato los mejores embajadores de Colombia en el exterior. Desde que le cantaron ‘La Gota Fría’ en la Casa Blanca a Bill Clinton, el mundo supo de esa música que arrulló a Gabriel García Márquez. Alejado de toda falta de modestia señala: "Bill Clinton nos dedicó dos páginas en su libro, donde dice: ‘Cuánto desearía que en cada zona de conflicto hubiera un maestro como ‘El Turco’ Gil”. Andrés ‘El Turco’ Gil, maestro de acordeón.


Cuando los días de este villanuevero lleguen inevitablemente a su fin, el folclor vallenato le agradecerá por su contribución al enriquecimiento del la música vallenata y su expansión internacional, el maestro Andrés “El Turco” Gil es una de esas figuras que aún en vida son leyendas es nada más y nada menos que “El Maestro de Maestros”.


Gestores Villanueva mí@ (Edición)
Diario “El País” de Cali (Texto Original)

Alberto "Beto" Murgas

Nació en Villanueva (La Guajira) un miércoles 8 de septiembre de 1948. En la casa donde vio la luz por primera vez Alberto “Beto” Murgas, por el frente entraba la música por los ensayos de la orquesta de Reyes Torres, mientras que por el patio, se colaban las melodías de Juancho Gil, el papá de “El Turco”; y a dos casas de la suya, vivía Emiliano Zuleta Baquero. Se podría decir que Beto Murgas nació arrinconado por la música, que a Beto lo surtió la brisa. Por ese solar, por donde la música abría portillos para untar el oído de Beto, corrieron sus siete hermanos: Enrique, fallecido; Abalis, Rosita, Mary, Eddy y Darío que son músicos y María Irma. Sus padres, ya fallecidos, fueron José Murgas y Rosa Peñalosa.


En el Liceo Colombia hizo la primaria. Sus inicios fueron como los de todos los músicos de Villanueva: un grupo que tocaba con picos de botella ajustados y, en medio, papel celofán; el acompañamiento era con latas, con peinillas... Después, sus idas a La Sierra, un sector finquero donde los abuelos tenían la suya y por donde transitaban los acordeoneros errantes. Sabido de esa circunstancia, Nelson Martínez, un señor que estaba enamorado de una tía suya, se llevó un acordeón muy pequeño, de dos teclados, para que, cuando los juglares llegaran para el 11 de noviembre, día de San Martín y luego para Navidad, le enseñaran a tocar. Aquel sobrino intrépido se lo encontró y empezó “a fregarle la vida al acordeón”. Héctor Gallo, un vecino, se dio cuenta de que “Betico” tenía actitud musical y le enseñó cómo se debía coger el aparato. A los dos meses de estar en La Sierra, cuando Beto bajó de nuevo al pueblo, ya sabía tocarlo para el asombro de sus vecinos y amigos.


Por entonces, aquella camada de prometeros vallenatos formó una agrupación y su primer contrato lo hicieron con Lázaro Morillo, Lacho, por 30 centavos. El compromiso era tocar un caminoteo, en el Carnaval, que consistía en acompañarlos a ellos disfrazados. “¡Nosotros tocábamos por toda la calle, y ellos hacían morisquetas disfrazados...! Nunca le habíamos visto la cara a una moneda propia. Lo primero que hicimos fue comprar un coco, panela y queso, y darnos un banquete. Después, Ezequiela Sánchez quien ya sabía que yo tocaba y no tenía acordeón, fue a Maracaibo y compró un acordeón para que yo se lo pagara con música. Ella hizo una caseta que se llamaba La Mecedora en honor al gallo famoso de Enriquito López. Luego vino la época en la que Emilianito tenía su grupo y yo el mío; los hijos de los ricos armaban bailes y nos ponían a tocar para ver cuál baile se llenaba más. Ahí nos dábamos espuela con quien hoy es el padrino de un hijo mío, Emilianito”. Recuerda Beto Murgas.

Ya en el colegio Roque de Alba, en donde hizo su bachillerato, Beto agarró la onda de la Nueva Ola, pero al final más pudieron sus raíces. En el 65, enamorado, compuso “Amalia” que nunca se grabó, pero que lo hizo conocer: “Un domingo yo estaba en misa y llegó César Mendoza, el rector del colegio El Rosario que tenía un grupo pero no tenía acordeonero, me sacó de la mano y me llevó donde mi mamá para convencerla de que me dejara ir a Bogotá. A mitad de semana nos fuimos y yo me presenté en La Hora Philips. Toqué “Amalia” y dos canciones más. En Valledupar se armó cierto revuelo, la gente preguntaba por qué no habían llevado a Colacho que era el mejor. Lo concreto es que ya todos empezaron a identificar a Beto Murgas. En el 69, cuando ya Alfredo Gutiérrez era Alfredo Gutiérrez, yo le pedí a Fredy Molina que me lo presentara para que me oyera. De esa reunión salió que Alfredo me grabó “Cariñito mío”, lo que me valió entrar por la puerta grande del vallenato”.


Como durante su época de colegio no existía bus escolar y el pueblo era tan chico, los estudiantes se iban a pie a la casa. En esas caminatas siempre iba una muchachita llamada Isabel Cristina Saurith. A ella le decían “La Negra”. “Nos hicimos novios pero ella era muy celosa, entonces le hice: La negra...dice que ya no me quiere, pero, yo sí quiero a mi negrita...”.


En Valledupar empezó a trabajar con el entonces Ministerio de Salud como promotor de Saneamiento Ambiental y estudiaba Tecnología Agropecuaria en la que hoy es la Universidad Popular del Cesar, además de estar ennoviado con Rosa. Sin terminar esa carrera, se fue a la Universidad de Antioquia y terminó Saneamiento Ambiental. “Después me vine para Valledupar y me casé con Rosa Durán Porto. Eso fue en 1974”. Con ella tuvo dos hijos y extramatrimonialmente, tuvo cuatro: Alberto, que estudió Administración de Negocios e hizo una especialización en Finanzas Internacionales, pero se inclinó más por la música. Hoy tiene un grupo que se llama Gusi y Beto y su primer éxito fue “La Mandarina”, jóvenes nominados al Grammy Latino categoría Cumbia/Vallenato (2008), “como buen descendiente de un Villanuevero debe estar en el cuento de los Grammys”, afirman los tirapiedras.


Luego están Fernando, que es economista; Enrique, que también es compositor; Milena, es abogada y vive en Tunja; Lina, que es Ingeniera de Sistemas y María José, que cursa bachillerato. Para un compositor tan exitoso y prolífico como Beto Murgas, resulta muy complicado señalar una de sus canciones como la más querida, pero en el curso de la conversación, he notado que “La negra”, por sus muchas versiones en todo el mundo, “La gustadera”, “Después de viejo”, “Corazón bandido”, “Las morochitas”, “El dengue de tu amor”, “La trilla”, “Mujeres como tú” o “Nativo del Valle”, podrían resultar algunas de las que nombra más frecuentemente.


Los Hermanos Zuleta, Jorge Oñate, Rafael Orozco con el Binomio, Los Betos, Diomedes, en general los mejores, y otros muchos grupos, han convertido sus temas en éxitos inmortales. Cuando hablamos de compositores, me deja clara su admiración por El viejo Mile. Su Gota Fría suma casi 50 versiones, entre ellas, las de Julio Iglesias, María Dolores Pradera y Paloma San Basilio. “Eso no es gratis”, asegura. Y en lo que parece ser un consenso entre los más conocedores, Beto también señala a El pollo, Luis Enrique Martínez, como el más grande acordeonero de la historia.


...Ahora que estamos frente a letras efímeras, huecas y con poca verdad, los amantes del Vallenato celebramos que Villanueva haya parido a tantos guajirazos para este canto y que Beto Murgas siga defendiendo a la música vallenata del facilismo y la mediocridad


Miguel A. Chavarro Buriticá
Gestores Villanueva mi@

Daniel Celedón Orsini

Nació en Villanueva (La Guajira) un martes 21 de marzo de 1950, este pueblo “Cuna de la música vallenata” y de interpretes extraordinarios como: “Chiche” Maestre, “Bolañitos, Los Hermanos Romero, Los Hermanos Zuleta, Jean Carlos Centeno y el mismo Jorge Celedon, su sobrino. Es el menor de 7 hermanos casi todos artistas y descendiente de los fundadores del Liceo Celedon de Santa Marta y de la familia italiana Orsini, en donde se destacaban Grandes cantantes de opera y artistas en general. Desde niño despunto como un cantante extraordinario, Daniel cantaba boleros, baladas y hasta rancheras con un talento tal que se pensaba seria un cantante de opera. Sin embargo nacer en Villanueva y ser cantante de opera es un poco complicado, sencillamente, el hermoso folclore lo conquistó rápidamente.


Realizó sus estudios en el Colegio Roque de Alba de Villanueva y es abogado de la universidad Libre de Barranquilla, ciudad a la que se traslado desde los 20 años y donde cantaba en diversas fiestas. Compuso una hermosa canción llamada "La India" que le grabaría Alfredo Gutiérrez, monstruo de la época, una hermosa historia de amor que le valdría el reconocimiento como compositor. Además compuso una bella canción titulada "Mujer Marchita" que le grabaría Jorge Oñate, escuchada en todo el mundo, traducidas al ruso y alemán.


En el año 1974 junto a otro grande villanuevero, Israel Romero, grabaría su primer álbum para CODISCOS. “Versos Del Alma” de donde se destaca la canción del mismo nombre de su autoría y "La Viajera" de autoría del maestro Lucas Daza. Pero seria hasta 1975 cuando Daniel encontraría su gran éxito con el álbum: “Rumor Vallenato” donde se encuentran canciones como "Digan lo que Digan" “Agustinita" y el clásico del vallenato: "Amanecemos parrandeando". La separación del “Pollo” Irra (fue Daniel quien lo bautizó así) produjo el nacimiento de dos de las mas grandes agrupaciones del folclore vallenato: El Binomio de Oro (Israel y Rafael Orozco) y El doble poder (Daniel e Ismael Rudas)


En el año 1976 graba su super éxito "La Gota Fría", que aparece en el álbum: “Amigo mío” de donde también se destacan "El trajecito Gris", "José casquita" o "la tijera", entre otras. En 1977 graba al lado de otro villanuevero, Norberto Romero, hermano de Israel, el álbum fue titulado “Gira Mundo” donde destaco el éxito "El Chaparrón". En 1978 graba con Norberto el álbum “Diferentes” de donde destacaron las hermosas canciones "Bonito Amanecer"," “El girasol” después reencauchada por los Hermanos Zuleta y otro de sus clásicos la entrañable "Triste Desenlace". Para 1979 Daniel terminaría esta Trilogía al lado de Norberto con un álbum maravilloso: “Grito De Amor” de donde destacan la preciosa canción que le da titulo al álbum compuesta por Roberto Calderón, la canción "los areticos" compuesta por Diomedes Díaz y la monumental "Linda Sabanera" de Octavio Daza. En 1980 y por petición popular regresaría el “DOBLE PODER” al lado de Ismael Rudas con una joya llamada: “Volvimos” de donde se destacan el hermoso clásico "Un día muy Triste" compuesta por Daniel y el inolvidable dúo "Mercedes" compuesta por Adolfo Pacheco.


Con el doble poder consolidado como una de las mejores agrupaciones vallenatas sacarían el álbum más importante de su historia, un clásico perfecto donde no hay canción regular sus 11 temas son perfectos, les hablamos del álbum que hace honor a su nombre el aclamado “excelente” donde se destacan "A Fuego Lento" su gran clásico, compuesto por Daniel Celedon, "la esquinita" de Oscar Cormane y el aclamado dúo con su sobrino Jorge Celedón en “Drama provinciano” seria un álbum de ventas multimillonarias y es ya otro clásico de los más grandes del vallenato.

Daniel en 1985 apostaría por un cambio total de disquera y de acordeonero, el jovencito Gabriel “Chiche” Maestre, miembro de otra Dinastía Villanuevera, “Los Maestres”, del cual también es integrante su hermano Orangel “El pangue”. El “chiche” sería el escogido para un álbum sacado con una disquera venezolana llamada Discarime un buen álbum quizás el menos exitoso de su carrera, pero que en realidad no tuvo promoción ninguna en Colombia la disquera se iría a la quiebra y los perjudicados fuimos todos los amantes al vallenato porque fue un álbum maravilloso que hoy es una joya de coleccionistas se fabricaron muy pocos en aquella época su titulo fue: “Apoyándonos Mutuamente”, destaco la hermosa canción "Imágenes de Poesía" de Rosendo Romero un poema cantado por la gran voz potente del vallenato.


Un esperado retorno con el Doble Poder se daría en 1988 con el álbum “Diviértete” un regalo para sus fans que ya había por el mundo, se destacaron las canciones “el loco del pueblo” y “Leña verde” de Daniel, después de la gira de este álbum Celedon se dedico a la vida familiar y sus negocios propios. Hizo una joya en 1990 llamada: “DANIEL CELEDON Y SUS AMIGOS” grabando con los mejores acordeoneros del mundo: Bolañitos, Alfredo Gutiérrez, “Beto” Villa, “Fello” Gamez, Israel Romero y por supuesto Ismael Rudas, este álbum es un regalo para los amantes del vallenato además hizo un dúo con estercita forero es otra joya de coleccionistas.

En 1994 saca Daniel al lado de “Fello” Gamez el álbum “Mi Cuñadita” de donde se destacó un
merengue de Urbano Díaz llamado "Que dice argentina" un homenaje a la goleada de Colombia (5 -0) una descripción perfecta del partido hecha magistralmente por el hermano de Leandro Díaz y la canción "mi cuñadita" de la cual existe un video clip. El álbum lo saco RODVEN de venezuela. En 1998 saca otro álbum con el doble poder que seria la ultima pagina en la historia de esa agrupación llamado “Nuevamente”, lo llevó hasta Francia, Bélgica y Holanda, en aquella gira y se destacan una de las primeras composiciones de Jorge Celedon el tema "te adore" después de esta gira Daniel decide retirarse de la música o al menos hacer una pausa larga. Se dedica a las producciones musicales de jóvenes y a la composición, pendiente de los nuevos cantantes de la Dinastía Celedon como Jorge, el “chiche” o su hijo Juan Carlos que reside en Europa y lleva el folclore vallenato por aquellos lares.


En el 2005 les regala a sus fans un álbum llamado: CON TODOS SUS ACORDEONEROS una joya impresionante que además sacaría con una compañía de su propiedad llamada (VETERANS RECORDS) como un regalo a sus amigos y fans. Cada vez que se inspira Daniel saca cosas extraordinarias como lo fue su aparición en el DVD de su sobrino Jorge: “GRANDESEXITOS EN VIVO” ante 100 mil personas en Bogotá al lado de Ismael Rudas.


Se dice que esta pendiente de los detalles de la evolución de Jorge Celedon pues ha sido su impulsador desde niño y el reciente Grammy alcanzado por Jorge (2007) iba dedicado como el mismo Jorge diría a su padre musical y descubridor y seria no solo el triunfo de COLOMBIA y de Jorgito sino tamben de DANIEL.


Daniel es un hombre familiar, sencillo profundo, intelectual y noble que le ha dado mucho a nuestro folclor que ha dejado en alto a Colombia y que desde hace muchos años enseño otra manera de actuar como interprete vallenato y que junto con personas como Israel Romero y su sobrino Jorge han hecho empresa seria en esto de la música vallenata. Él ha sido uno de los pioneros del vallenato de calidad de uno de los mejores interpretes que ha dado Colombia y un compositor profundo, social y amoroso que ha logrado conjugar sus raíces guajiras con la magnificencia de la música profunda explorando sonidos nunca oídos en el vallenato, ganador de cientos de festivales en canción inédita, de discos de oro, y embajador de el vallenato por el mundo.


De esas cosas que uno nunca imagina, este villanuevero, coincidió con la trágica muerte de Diana de Gales (La Princesa LADY DI) y fue el artista colombiano que representó al País en una serenata al pie de su tumba días después en Paris. Estuvo en Rusia en festivales de canciones latinoamericanas compartiendo con los grandes compositores hispanoamericanos como Leon Gioeco, Pablo Milanes o Silvio Rodriguez. Sus canciones han sido interpretadas por LEO DAN, esparciendo esa sabiduría por el mundo y dejando el nombre de nuestro país muy en alto.



Ulises Nardin/Gestores Villanueva mi@

Víctor Romero Díaz

Villanueva, la tierra de tantos amaneceres, llenos de sol y luna y de paisajes exóticos, embelesados por su máxima estrella: el cerro pintao, que ha dado inspiración a tantos juglares de nuestra música inmarcesible, llamada Vallenata, como al maestro Rafael Escalona, al poeta de esta tierra Rosendo Romero Ospino y al señor del Acordeón y de los Grammy Latino Emilianito Zuleta Díaz, para no referirme si no a los más relevantes en este género; donde más ha sido prodiga la tierra bella es quizás sin lugar a equivocaciones en su gente: hombres y mujeres que han hecho brillar como el lucero vespertino y que ha parido a tantas leyendas, que debería estar escrita su historia en un libro lleno de prosa, lleno de poesía, lleno de iconos de su pasado glorioso y de su presente pujante.


El 29 de Diciembre del año 2007, se nos fue una de esas leyendas que hicieron historias en la Villanueva de antaño. Me estoy refiriendo a Víctor Manuel Romero Díaz, o Víctor Díaz Romero o como se le conocía en su tierra: Víctor “El Bombero”, apelativo cariñoso que se ganó gracias a uno de su artes: el tocar el “Bombo”, elemento musical que se utilizaba en las famosas “colitas”, con juglares de la talla de Antonio Amaya, Emiliano Zuleta, Escolástico Romero, entre otros y allí Víctor Romero se convirtió en un maestro de este elemento musical. Primero que lo ejecutaba con maestría, luego se convirtió en un técnico en el arreglo de los bombos, que fueron tan famosos en tantas décadas, donde Villanueva brilló con luz propia en la provincia de padilla. Víctor Manuel Romero, había nacido un 24 de diciembre de 1922, murió a los 85 años de edad, en la ciudad de Valledupar. Murió tranquilo y en paz con Dios.


Víctor Romero, fue un hombre laborioso, de esos tantos Villanueveros que a punta de lucha y esfuerzo sacan a su familia adelante, cuando la humildad y la pobreza los ha acompañado en el transcurrir de su vida. Víctor Romero fue uno de esos hombres luchadores, quien no solamente se ganaba la vida a punta de “colitas” y arreglando bombos, si no que se volvió un especialista en el sacrificio de cerdos y caprinos y de ahí que su casa era frecuentada por cientos de Villanueveros que acudían allí a diario, a buscar parte de la esencial canasta familiar. Víctor Manuel Romero hizo hogar con la matrona Matilde Flórez de Romero, de cuya unión nacieron sus hijos, todos luchadores y honestos como el patriarca de la familia: Víctor, Emilio y José Alberto ya fallecidos, Darío, Fabián, David, María Teresa, Delbis Leonor y Yomaira Romero Flórez o Díaz Flórez. Víctor Junior, se convirtió en la estampa de su padre, siguió los pasos de la música, pero tocando el acordeón y más tarde se convirtió en un excelente técnico en el arreglo de los mismos. Hoy representa con mucho orgullo para Villanueva en uno de los juglares de la música Vallenata y su hijo Víctor, es un consagrado acordeonero donde ya descolla de manera sobresaliente, habiendo salido airoso en muchas competencias musicales. La familia Romero se ha acentuado en el arte musical y se ha convertido en una dinastía de las tantas que tiene nuestro pueblo y como dice el refrán popular. Habrá Romeros para ratos.


Yomaira, es la otra hija del patriarca a quien la vida le ha sonreído y la ha premiado y vive actualmente en Miami, Estados Unidos. Pero ella no olvida a su Villanueva del alma y ha estado presente dándole gracias a Dios, porque la vida le ha dado un premio y como buena católica, ha contribuido al embellecimiento de la iglesia de su pueblo y no contenta con esto, cada fin de año viene llena de regalos para compartirlos con los más pobres y los más necesitados de su tierra natal. Ella no olvida de donde vino y hoy su corazón bueno le indica que las buenas obras hay que sembrarlas en su tierra y en su gente. ¡Qué bello ejemplo! Que debemos imitar a los que el mundo nos cambia la vida.


Villanueva siempre recordará con cariño, admiración a Víctor Manuel Romero Díaz, el hombre que siempre tenía una sonrisa a flor de piel y que jama se arrugó antes los embates del tiempo, si no que tomó el camino del bien y producto de ello, sembró en su hogar lo que él fue en vida: ética y buenas costumbres y sus hijos han recogido esa cosecha para bien de él, de su familia y de su Villanueva querida. Paz para siempre de este juglar que nos dio Dios y la vida en este pueblo maravilloso.


Hernán Baquero Bracho

Wilmar Bolaños Daza

Nació en Villanueva (La Guajira) un domingo 4 de septiembre de 1966. Es hijo de Moises Bolaño y Rosa Daza, proviene de una bonita y numerosa familia, es alegre, carismático, sencillo, atiende a su público con mucha naturalidad y se entrega a su gente por medio de sus canciones, donde plasma sus vivencias, amores y desamores poniéndolos al descubierto, desnudando su alma, su subjetividad, de forma rápida y audaz, verosímil y espontánea, en un lenguaje tan sencillo y real que muchos de sus seguidores se identifican fácilmente con sus canciones. Acompaña sus canciones con hermosas melodías como músicas de hadas que hace brotar de su guitarra con gran maestría, pensando en la gente para llegar y quedarse en sus corazones con bonitos mensajes. Wilmar tiene razón al decir que no es ser artistas, ni darse a conocer, sino mantener la fama y ser humano. Sus primeras canciones las dio a conocer a los 18 años de edad, ha compuesto alrededor de 65 canciones, le han grabado conjuntos de mucha trayectoria como: Los Diablitos, El Binomio de Oro, Farid Ortiz, Los Inquietos, Los Gigantes, Fabián corrales y Júnior Santiago.


Muchas de sus canciones han sido éxitos a nivel nacional e internacional, sobre todo aquellas de corte romántico, los Gigantes tuvieron la oportunidad grabar “Que pena contigo”, “Acuerdate” y “Te extraño tanto”, esta última compuesta ante la resignación de haber perdido un amor que no valoró y que ahora tiene un nuevo rumbo.


Ahora que te he perdido
que tarde me vengo a dar cuenta
que te quiero ay Dios mío que castigo
si tus besos, veo que ya no son míos
tú te vas con razón y motivos
si que mal me porte yo contigo
que dolor que martirio otro amor en tu nido
que dolor que martirio otro amor en tu nido
como te extraño corazón
y tú en otros brazos
cuando estas a su lado
no se cansan mis manos
de ir y venir
anhelando tu amor


Coro:
Te extraño tanto, que tú no te imaginas cuanto
te extraño tanto, que tú no te imaginas cuanto
te extraño amor, te extraño (bis)



Fabián Corrales le ha grabado canciones como “Vuélvete a ír”; el Binomio de Oro a llevado a sus trabajos canciones como “Todo Terminó así”, “Chica de Loco Amor”; Nelson Velásquez también ha sido uno de los cantantes que siempre acostumbra a grabar las canciones de Wilmar, entre otras, “De los labios para afuera”, en la voz de Júnior Santiago hemos escuchado canciones como “Quiero Volar” y los Inquietos del Vallenato tuvieron la oportunidad de grabar canciones tan escuchadas como “Te sorprenderás”:


Dejé de amarte, te saqué de mi mente
me costó bastante pero siempre lo logré
que tú te quedas con él y sin mi amor
si estoy contigo otra vez es por pasión
Te sorprenderás en el instante
que te bese y no te bese igual
y comprenderás que no soy el mismo
de antes me hicistes cambiar


Qué confiada estas
que mi amor ya lo matastes y ni cuenta te das
vuélveme a escuchar
si yo vuelvo a estar contigo es por placer no más



Así pues, este talento villanuevero que por naturaleza maneja un perfil bajo y no hace alarde de sus logros a sido el compositor de muchas canciones románticas que se han escuchado en toda Latinoamérica, particularmente, con el Binomio, los inquietos, los gigantes y Nelson Velásquez, cantantes y agrupaciones subvaloradas en nuestro ámbito regional pero que a nivel internacional están bien posicionadas, verdad de apuño e incontrovertible.


El compositor se define:


Yo me defino como un compositor que creo en una nueva faceta de la música vallenata, el estilo vallenato romántico, inspiración que nace del alma, con un sentimiento inspirado en cosas reales. Además me defino como un compositor humilde que pienso en hace canciones que lleguen al gusto de la gente; canciones con un lenguaje sencillo, pero muy diciente. Me defino como el compositor que le canta al amor, al desamor, a la paz y a la vida.


Fanny Contreras/Gestores Villanueva mi@

Hector Zuleta Díaz

Nació en Villanueva (La Guajira) un jueves 29 de septiembre de 1960, Como Héctor Arturo bautizaron al niño que nació pocos días después de las fiestas patronales de Santo Tomás, patrono de Villanueva. Como buen exponente del folclor vallenato, nace entre acordeones, cantos y versos que ya su padre, Emiliano Zuleta Baquero, su tío “Toño” salas y sus hermanos Tomás Alfonso,”Poncho”, Fabio y Emilianito, dominaban en el ámbito folclórico y habían dado a conocer en toda la comarca con su sello dinástico y el talento de una estirpe. El hogar de “El viejo Mile” y Carmen pureza Díaz, se llenó de gloria, alegría y regocijo, como ocurrió también con el nacimiento de María, Emiliano Alcides; Tomás Alfonso, Fabio; Carmen Emilia, Mario y Carmen Sara.


Su niñez transcurrió entre la escuela, la finca veraniega de sus padres en El Cerro “Pintao”, y el Barrio Cafetal, donde nació. El cielo vital del artista juvenil es efímero pero productivo, y se circunscribe a la etapa que comprende de la adolescencia a la madurez físico-mental. Extrovertido y precoz, parecía que lo había vivido todo, pero era sólo apariencias, pues estaba exento de malicia y se desenvolvía inocentemente en forma espontánea y natural. En el arte de la música vallenata se le describe como un genio. Conocedor profundo de la evolución técnica de los acordeones, ejecutaba a la perfección los intrumentos G.C.F., cinco letras, y A.D.G., en los cuales llegó a interpretar con suficiencia las tonalidades naturales.


Su personalidad y alegría desbordantes se destacaban en los sitios que visitaba y su carisma contagiaba a todas las personas que se acercaban para tocarlo, saludarlo o expresarle su admiración. A pesar de pertenecer a una dinastía respetable en el folclor vallenato Héctor Arturo Zuleta Díaz llega al estrellato por sus propios medios, después de intervenir como cajero en el grupo de su hermano Mario (QEPD), a quien acompaña por corto tiempo e interviene en su primera grabación; posteriormente integra a la agrupación de Oscar Negrete y Alberto Ariño, como encargado de la tumbadora. El aprendizaje sigue su marcha y se vincula luego al grupo artístico que dirigen Miguel López y el cantante Gustavo Bula, quienes además llevan al acetato algunos cantos.


Su insistencia por aprender el oficio de músico lo llevó a sacarle melodía a toda clase de
instrumentos, pues era consciente de su capacidad; por eso aprendió a tocar el acordeón con reconocida versatilidad y con una dinámica moderna que llevó un aire nuevo al tradicional estilo vernáculo escuchando en los medios de la región.Cuando se esperaba que el músico adolescente continuara la línea musical dada a conocer por su padre Emiliano, su tío “Toño” salas o su hermano Emilianito, Héctor Arturo optó por su estilo propio, fino, de digitalización ágil, gran capacidad creativa y atributos de excepción para los arreglos, sin perder en ningún momento la autenticidad folclórica que aprendió de su hermano mayor Emiliano Alcides, a quien rindió todos los honores como su inspirador. Luego se perfeccionó al lado de consagrados cantautores e intérpretes de sones, paseos, puyas y merengues, aires representativos de folclor vallenato.


Su ingenio musical brotó espontáneo y un cúmulo de notas prodigiosas, melodías autóctonas e inspiración fecunda, lograron consolidar su grandeza. Héctor Arturo, un superdotado, explotó sus méritos superlativos en la proyección del arte que lo hizo conocer. Su compañero de formula más reconocido y con quien quizás tuvo más éxito fue Adanes Díaz, un excelso cantante Guajiro que se despidió del mundo cuando sufrió un grave accidente en la vía que comunica a Riohacha con Santa Marta tan solo 6 meses después de la penosa muerte de Hector Zuleta.


Nuestro paisano tocaba el acordeón con suficiente propiedad, componía canciones con gran calado sentimental y era un verseador invencible; su mente recursiva producía versos con espontánea rapidez y dentro de la tradición folclórica del vallenato era considerado un auténtico parrandero, porque además era muy chistoso y ocurrente, tenía un sentido único del respeto por sus colegas y dispensaba un trato muy humanitario para sus semejantes. Muy joven inicia su obra como autor de música vallenata, con un homenaje póstumo que le tributó a su difunta abuela, la matrona Sara Baquero.


El domingo 8 de agosto de 1982, con escasos 22 años de vida, pierde la vida Héctor Zuleta Díaz, el mundo vallenato y villanueva lloraron a este prodigio, quien pese a su corta edad pasó a ser un icono de la música vallenata y a quien acordeoneros como su sobrino Iván Zuleta, el hijo de Fabio, aún hoy lo recuerda en sus presentaciones y sus versos admite que a él es al único que admira y respeta. Fue tan triste, dolorosa e impactante la muerte de Hector que muchos años después algunos llegaron a afirmar, guardada las naturales proporciones, que la muerte del joven Kaleth Morales tenían varias coincidencia por lo que ambos representaban en su juventud para la evolución del vallenato.


Fragmentos canción “El Difunto Trovador”.


Era preciso que pasarán muchos años
para que el tiempo demostrara que hoy por hoy,
nadie ha superado a Héctor,
nadie ha tenido el talento
del difunto trovador.




La vallenata.com
Gestores Villanueva mi@